miércoles, 13 de mayo de 2009

PARROQUIA ¿MALTRATA Y NO TOLERA A LOS MAYORES?

Cada día nos encontramos con las situaciones más increíbles e INSOLITAS que no terminan de asombrarnos.

Tuvimos la visita de representantes de un Club de la tercera Edad para contarnos la realidad que están sufriendo, mas cuando se trata de ancianos que se reúnen en torno a estas organizaciones para
“tener alguna actividad para hacer mas placentera su días que les restan de vida, mas aun cuando todos ellos ya entregaron a la sociedad su cuota de sudor por sus familias y la comunidad”

La situación que nos narraron es preocupante toda vez que esta involucrada una Parroquia de Temuco; tratándose de lo siguiente: “Una vez terminada la población por la Empresa Socovesa cedió mas de 700 metros cuadrados para la Iglesia Católica para construir una Parroquia para el sector. Posteriormente el Párroco mediante un documento, (que leímos), autoriza al Club de Ancianos a construir una Sede para sus actividades. El Club con tal generosidad postulo a un Proyecto FOSIS, adjudicándose unos cuantos millones de pesos, lo que significo levantar su propia Sede en el terreno de la Parroquia”. Hasta ahí todo espectacular para los miembros del Club de la Tercera Edad.

Cambió el Párroco y el “encargado” del templo católico y se iniciaron los problemas; situación que nos relatan los ancianos con algo de lágrimas en sus ojos, “Nos maltratan de palabra y psicológicamente, amenazándonos de echarnos y quitarnos la sede que es nuestra; para usar nuestra sede tenemos que solicitar hora, la que nos han limitados para uno o dos días a la semana a duras penas. Incluso ellos (la parroquia), la arrienda para fiestas, reuniones de otros grupos y cuando estamos en reunión casi nos sacan a empujones para cederla a otras organizaciones. El encargado ha llegado a decirnos ¿Cuándo se irán estas viejas de m…………”

Ante este conmovedor relato visitamos la sede, se nos mostró todos los documentos de la postulación y adjudicación del Proyecto FOSIS, el pago de los trabajos a los maestros que construyeron la edificación, visitamos las instalaciones (preciosas), analizamos los planos y visitamos el terreno. El plano entregado a la Parroquia contempla sus 700 y tantos metros cuadrados, sin embargo nos percatamos que por el sector posterior del terreno cedido se contempla como todo sector habitacional un espacio de área verde y esparcimiento que rodea el sector. No sabemos bajo qué pretexto la Parroquia y algunos vecinos han prolongado sus propiedades sobre (tomándose) el terreno de la comunidad (área de esparcimiento), abarcando una cantidad de metros cuadrados mayor a la cedida en instancias ya descritas. Se puede apreciar cercos que no permiten el uso ni la circulación de la comunidad por el sector.

Luego ante los hechos, esperamos que las autoridades eclesiásticas intercedan ante la Parroquia para que en virtud de haber tomado “posesión” de todo el área de esparcimiento concedan definitivamente el espacio donde se construyó la sede de los Adultos Mayores para que puedan desarrollar sus actividades en forma tranquila y feliz. Las escrituras dicen “La consideración por el anciano, en la Escritura se transforma en ley: « Ponte en pie ante las canas, [...] y honra a tu Dios » (ibid.). Además: « Honra a tu padre y a tu madre » (Dt 5, 16)”

A LOS ANCIANOS

Carta de Juan Pablo II, 1999

“Los ancianos ayudan a ver los acontecimientos terrenos con más sabiduría, porque las vicisitudes de la vida los han hecho expertos y maduros. Ellos son depositarios de la memoria colectiva y, por eso, intérpretes privilegiados del conjunto de ideales y valores comunes que rigen y guían la convivencia social. Excluirlos es como rechazar el pasado, en el cual hunde sus raíces el presente, en nombre de una modernidad sin memoria. Los ancianos, gracias a su madura experiencia, están en condiciones de ofrecer a los jóvenes consejos y enseñanzas preciosas”.

El Club de Ancianos nos expresó firmemente su decisión de “llevarse hasta el último ladrillo de la sede si les siguen tratando de esa forma indigna. Nosotros ganamos el Proyecto para construir y la sede es nuestra”, aunque reconocieron que el terreno era de propiedad de la Iglesia.

Finalmente, pensamos que este dilema no tiene una difícil solución de tal forma que por ahora nos reservamos los nombres, tanto de las instituciones como de las personas en la esperanza que la autoridad de la Iglesia ponga la cuota de cordura y se llegue a un final feliz, nuestros adultos mayores se lo merecen.


JOSE ESPINOZA MELLADO
Fecha de publicación: 2009-05-04
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