Cuando uno lee las informaciones a diario en los distintos medios de comunicación social, prensa escrita o digital o televisiva se encuentra con notas, simpáticas, curiosas, atroces crímenes, espectáculos o “farándula” y deporte; es decir para todos los gustos y colores, también por supuesto información seria, responsable y porque no reconocerlo otras ni tan seria ni tan responsables. Unas nos gustan otras no tanto, que es como lo normal. Pero las que irritan y desagradan son aquellas que rayan en lo que en Chile se ha dado en denominar CARA DE RAJA, con todas sus letras; declaraciones de una frescura terrible, emitidas por personajes que creen que los chilenos somos w……….es, pretenden hacernos creer que Chile nació ayer, que nadie tiene memoria histórica.
Se ha iniciado en Chile una serie de protestas orquestadas e interesadas por grupos políticos de fácil identificación respecto a que se està despidiendo FUNCIONARIOS PÚBLICOS como si se tratara de una “razzia italiana” en la instalación del nuevo Gobierno de la Alianza por el Cambio.
Primero, al respecto recordemos que cuando se instaló la Democracia en Chile, se iniciò una serie de persecuciones, hostigamientos y presiones por “arrinconar” a cualquier funcionario publico que tuviese solamente “olor” a Gobierno Militar, hubiese tenido o no participación directa en el Gobierno.
Segundo; desconformes con esa “vendetta” continuaron con las discriminaciones respecto de ascensos, nombramientos, asignaciones de becas, o beneficios funcionarios (ejemplo: sueldos y sobre sueldos), licitaciones de proyectos y acceso a los mismos (ejemplo: Fondos de deportes, fondant (Littin, Caiozzi y otros).
Tercero; formaron entre ellos mismos centenares de Consultoras, ONG, Ejis y otras con el fin de “agarrar” todos los llamados a concurso que se licitaran, ya que sus correligionarios, camaradas o compañeros que tuvieran la facultad de adjudicar les asegurarían obtener el proyecto; indudablemente con todas las “untadas de mano” que corresponde.
Cuarto, muchos son los funcionarios públicos que se han mantenido por 20 años en la administración pero en calidad de contrata o a honorarios, así en ese desorden administrativo, con abuso de las normas y exagerando la cantidad de funcionarios existentes (mucho mas de los necesarios), ellos han podido “introducir” camuflados entre los buenos funcionarios al sistema a sus operadores políticos. ¿Por qué mantuvieron a esta gente si definir su condición contractual por tanto tiempo?. Al parecer la idea de “meter” tanta gente en esas condiciones, además de cumplir con las promesas de trabajo de las campañas políticas, la idea de fondo era “neutralizar” de alguna forma el impedimento legal de despedir a funcionarios de carrera que podrían haber sido partidarios del Régimen Militar. Esta técnica fue muy empleada y la mas emblemática podría ser la que permitió “eliminar” al DAEM Huberto Cid (DC), por parte del Alcalde de la época Renè Saffirio (DC), nombrándole un Henry Ferrada (que dicho sea de paso NUNCA ha sido UDI como se decía), quedando así el Sr. CID sin autoridad sobre su Departamento. Luego Francisco Huenchumilla mantuvo y avalo esa estrategia de “eliminación”.
Luego, hoy en los inicios de la instalación del Gobierno de la Alianza por el Cambio encabezada por Sebastian Piñera, podemos ver los GRITOS DE AUXILIO de dirigentes sindicales y gremiales porque se están produciendo DESPIDOS (¿?), en la administración publica; que se esta discriminando por desafinidad política, etc.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN REAL EN TODO ESTO?
Es por todo sabido que la Concertación estuvo 20 años utilizando el aparato del estado para sus intereses partidistas principalmente utilizando el “viejo truco” del funcionario contratado en una dependencia del algún departamento de cualquier Servicio Publico, pero que no tiene porque permanecer en las oficinas o lugar físico, si no que solo pertenecer a la planilla de pago, aunque sus “labores” sean efectuadas en otras dependencias o lugares donde cumplan un rol distinto a la naturaleza del contrato. Por ejemplo haciendo proselitismo político, campaña, etc.
Por esas razones es que Jefes de Servicios que se han posesionado de sus cargos se encuentran con que a ciertos funcionarios, nadie los conoce en la oficina o rara vez se aparecen, salvo el día del pago. ¿Qué funciones desarrollan y dònde? Solo lo saben ellos y quien lo contrató. Luego, estos contratos no tienen la calidad de INDEFINIDOS, si no que a CONTRATA (plazo fijo), o a HONORARIOS, lo que significa que se puede prescindir de ellos sin ningún drama, mas cuando solo han contribuido a “inflar” la planta de acuerdo con su dotación real.
Indudablemente que el Servicio Publico no es una “cueva de sinvergüenzas” de la cual se deben servir los partidos políticos para “pagar favores de campaña”, mas cuando se hizo una Ley de Transparencia y racionalidad tamaño del Estado, ¿Por qué entonces en oficinas publicas donde basta con 15 funcionarios hay 25? Esto nos recuerda los inicios del Gobierno Militar, donde en 3 años la Unidad Popular en su versión I recurrió al mismo mal, llenar el aparato del Estado de funcionarios “adjuntos” mas allá de “escandalosamente" lo necesario; luego vino la nacionalización funcionaria e indudablemente el numero de cesantes fue elevadísimo; imagínense UD estimado lector, la versión II ha tenido 20 años para “acomodar” gente en el Servicio Publico y ahora lloran que sean tocados en una ineludible racionalización funcionaria o cambios por medidas y necesidades del servicio. Hay que tener el cutis muy duro para reclamar que el poto del sartén esta quemado, siendo el que reclama la olla.
JOSÉ ESPINOZA MELLADO
Fecha de publicación: 2010-06-01
Publicado por:
http://www.tiroalblanco.cl/index.php?not=5652&do=muestra
Se ha iniciado en Chile una serie de protestas orquestadas e interesadas por grupos políticos de fácil identificación respecto a que se està despidiendo FUNCIONARIOS PÚBLICOS como si se tratara de una “razzia italiana” en la instalación del nuevo Gobierno de la Alianza por el Cambio.
Primero, al respecto recordemos que cuando se instaló la Democracia en Chile, se iniciò una serie de persecuciones, hostigamientos y presiones por “arrinconar” a cualquier funcionario publico que tuviese solamente “olor” a Gobierno Militar, hubiese tenido o no participación directa en el Gobierno.
Segundo; desconformes con esa “vendetta” continuaron con las discriminaciones respecto de ascensos, nombramientos, asignaciones de becas, o beneficios funcionarios (ejemplo: sueldos y sobre sueldos), licitaciones de proyectos y acceso a los mismos (ejemplo: Fondos de deportes, fondant (Littin, Caiozzi y otros).
Tercero; formaron entre ellos mismos centenares de Consultoras, ONG, Ejis y otras con el fin de “agarrar” todos los llamados a concurso que se licitaran, ya que sus correligionarios, camaradas o compañeros que tuvieran la facultad de adjudicar les asegurarían obtener el proyecto; indudablemente con todas las “untadas de mano” que corresponde.
Cuarto, muchos son los funcionarios públicos que se han mantenido por 20 años en la administración pero en calidad de contrata o a honorarios, así en ese desorden administrativo, con abuso de las normas y exagerando la cantidad de funcionarios existentes (mucho mas de los necesarios), ellos han podido “introducir” camuflados entre los buenos funcionarios al sistema a sus operadores políticos. ¿Por qué mantuvieron a esta gente si definir su condición contractual por tanto tiempo?. Al parecer la idea de “meter” tanta gente en esas condiciones, además de cumplir con las promesas de trabajo de las campañas políticas, la idea de fondo era “neutralizar” de alguna forma el impedimento legal de despedir a funcionarios de carrera que podrían haber sido partidarios del Régimen Militar. Esta técnica fue muy empleada y la mas emblemática podría ser la que permitió “eliminar” al DAEM Huberto Cid (DC), por parte del Alcalde de la época Renè Saffirio (DC), nombrándole un Henry Ferrada (que dicho sea de paso NUNCA ha sido UDI como se decía), quedando así el Sr. CID sin autoridad sobre su Departamento. Luego Francisco Huenchumilla mantuvo y avalo esa estrategia de “eliminación”.
Luego, hoy en los inicios de la instalación del Gobierno de la Alianza por el Cambio encabezada por Sebastian Piñera, podemos ver los GRITOS DE AUXILIO de dirigentes sindicales y gremiales porque se están produciendo DESPIDOS (¿?), en la administración publica; que se esta discriminando por desafinidad política, etc.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN REAL EN TODO ESTO?
Es por todo sabido que la Concertación estuvo 20 años utilizando el aparato del estado para sus intereses partidistas principalmente utilizando el “viejo truco” del funcionario contratado en una dependencia del algún departamento de cualquier Servicio Publico, pero que no tiene porque permanecer en las oficinas o lugar físico, si no que solo pertenecer a la planilla de pago, aunque sus “labores” sean efectuadas en otras dependencias o lugares donde cumplan un rol distinto a la naturaleza del contrato. Por ejemplo haciendo proselitismo político, campaña, etc.
Por esas razones es que Jefes de Servicios que se han posesionado de sus cargos se encuentran con que a ciertos funcionarios, nadie los conoce en la oficina o rara vez se aparecen, salvo el día del pago. ¿Qué funciones desarrollan y dònde? Solo lo saben ellos y quien lo contrató. Luego, estos contratos no tienen la calidad de INDEFINIDOS, si no que a CONTRATA (plazo fijo), o a HONORARIOS, lo que significa que se puede prescindir de ellos sin ningún drama, mas cuando solo han contribuido a “inflar” la planta de acuerdo con su dotación real.
Indudablemente que el Servicio Publico no es una “cueva de sinvergüenzas” de la cual se deben servir los partidos políticos para “pagar favores de campaña”, mas cuando se hizo una Ley de Transparencia y racionalidad tamaño del Estado, ¿Por qué entonces en oficinas publicas donde basta con 15 funcionarios hay 25? Esto nos recuerda los inicios del Gobierno Militar, donde en 3 años la Unidad Popular en su versión I recurrió al mismo mal, llenar el aparato del Estado de funcionarios “adjuntos” mas allá de “escandalosamente" lo necesario; luego vino la nacionalización funcionaria e indudablemente el numero de cesantes fue elevadísimo; imagínense UD estimado lector, la versión II ha tenido 20 años para “acomodar” gente en el Servicio Publico y ahora lloran que sean tocados en una ineludible racionalización funcionaria o cambios por medidas y necesidades del servicio. Hay que tener el cutis muy duro para reclamar que el poto del sartén esta quemado, siendo el que reclama la olla.
JOSÉ ESPINOZA MELLADO
Fecha de publicación: 2010-06-01
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http://www.tiroalblanco.cl/index.php?not=5652&do=muestra
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